Un día mi padre hablaba con mi tío, comentaban el talento y predisposición
que nuestra familia ha tenido siempre por la música. Desde tiempos de mis
antepasados, el apellido "Cantero", el de mi abuela materna, ha
estado vinculado al arte, a la música. Mi bisabuelo era un gran guitarrista que
dio clase a los mejores de su época. Mi abuela siempre me ha contado las
juergas que se montaban en su casa cuando era niña. Su salón se llenaba de
música, lo mejorcito del panorama musical de aquel tiempo se reunía allí. Mi
padre y mis tíos han heredado ese gusto y afición, sin ir más lejos mis hermanos,
mucho más pequeños que yo, tocan varios instrumentos y poseen un oído natural
para sacar una canción en cuestión de segundos al piano.
Pero ¿Y yo? nunca me había planteado si yo tendría o no un talento especial.
La música, según qué canciones, me llena de emoción, pero no despierta en mí
ganas y pasión por ella.
Le dije a mi padre que el talento se saltó una generación conmigo, ante lo
que mi padre abrió los ojos sorprendido:
"Ángela, tienes una cabeza llena
de imaginación y sensibilidad, simplemente es que aún no has encontrado tu
talento".
Algo se movió dentro de mí. Siempre he sido capaz de admirar y emocionarme
con lo que los demás son capaces de hacer, pero en cuanto a mí, muchas
disciplinas me han despertado curiosidad, pero ninguna ha cuajado, quizá por
una absurda certeza de que no podría ser buena en ninguna de ellas…
Y así surge este blog, quiero explorar e investigar hasta descubrir cuál es
mi talento; la moda, la escritura, el baile o quizá el dibujo... bueno,
mientras lo encuentro quiero divertirme y nutrirme con los talentos de otros,
reflexionar sobre lo que me provocan.
Creo que va a ser un viaje interesante
¿Me acompañáis?
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