Hola a tod@s!! Puede parecer que tengo esto abandonado, pero no, os voy a contar el por qué de este parón. Esta entrada es muy especial para mí, con ella pretendo que me conazcáis un poco más y sepáis cuál es mi momento ahora mismo. Para ello echaremos una pizca de pasado, un vasito de presente y una rayadura de futuro, y tachán!! esa es Ángela Cantero.
A lo largo de mi vida, desde muy pequeñita he ido enfrentándome a situaciones, que quizá no eran las idóneas. No las viví nunca como algo negativo, siempre he intentado ver las cosas como parte de la vida, lo importante es nuestra actitud hacia las circunstancias. Eso ha hecho que disfrute hasta de los momentos más duros, pero al fin y al cabo son cosas que te van marcando, son estados de alerta, por llamarlos de alguna manera, que sin darte cuenta te van dejando posos. LLegó un día en que mi vida fué maravillosa, ya no había nada de lo que preocuparse, así que bajé la guardia y la mierda salió a flote. Nada me llenaba, no sabía disfrutar de las cosas buenas, la amargura afloraba a cada momento, me veía una persona oscura y sin valor, por mucho que los demás me dijeran lo fantástica que era. Pero un día me dí cuenta que tenía que cambiar, ese es uno de los regalos que los hijos traen bajo el brazo, la fuerza que te falta, sabes que a tí te da igual pasarte la vida deprimida y triste, pero bajo ningún concepto quieres que ellos preciban eso, bajo ningún concepto quieres darles ese ejemplo. Y eso sí lo tengo, como me de el impulso ya no hay quién me pare... así que me enfrenté a mis demonios, barrí y fregué la proquería y me redescubrí, no diré que fué fácil, aún de vez en cuando salen restos de eso, pero sé que son parte del proceso. A partir de ahí, sentí que tenía que marcarme objetivos, plantearme cómo quería vivir mi vida y qué quería conseguir. Me dí cuenta que tenía casi todas las necesidades cubiertas, excepto la de a qué me quería dedicar. Hice un montón de listas, intenté ver qué opciones tenía, hacía dónde dirigía mis fuerzas ¿Empezaba a echar curriculums como una loca? ¿Seguía preparandome? ¿Comenzaba Historia del arte, mi carrera soñada? ¿O aceptaba mi talante emprendedor y creaba mi empresa? Como en toda familia, la decisión de uno afecta al resto y en esto mi marido fué fundamental, me dijo que me apoyaría en cualquier decisión que tomara, sólo quería verme feliz. Esa conversación fué clave, se espantó la angustia de poner como prioridad traer dinero a casa, el miedo a que no comprendiera mis aspiraciones... todo se esfumó, y sólo quedó una idea: Crear mi hueco en el mundo. Yo soy diseñadora de interiores, o al menos es lo que he estudiado, es algo que me encanta, pero lo que realmente me llena, y a lo que me he dedicado toda la vida, sin darme cuenta es a los eventos. Es algo natural en mí inventar regalos especiales, detalles para hacer sentir bien a los demás, me gusta tanto que hasta ese momento lo tomaba sólo como un hobby, pero...¿ por qué no dedicarme a mi afición? En ese momento, comencé a moverme, no sabía muy bien por dónde empezar, así que asistí a un cursillo de técnicas para hablar en público, en ese momento necesitaba empezar por algo, aunque tuviese la sensación de estar dando palos de ciego, nada más lejos de la realidad. Ese curso fué clave en mi vida, presenté mi proyecto y a todos les encantó, tanto, que salí con una socia para una empresa real. De todo eso hace ya un año, un año en el que hemos estado trabajando muchísimo, aprendiendo y conociendo las cosas buenas y malas de una empresa. Por otro lado, surgió este blog, con este blog quería conocer partes de mí, como dice su título, encontrar mi talento, ponerle palabras a algo que una vocecita dentro de mí me gritaba pero yo no conseguía entender... y objetivo cumplido!! Un nuevo giro de los acontecimientos llegó, y me nació la necesidad de volver al origen, a retomar un proyecto que era personal, un proyecto que aunaba todas las partes que hay en mí, así que hablé con mi socia y gran amiga, le expuse mis incertidumbre, miedos y anhelos, que comprendió perfectamente, y decidimos disolver la empresa como tal, cerrar un capítulo que ha sido fundamental en nuestras vidas y que nos ha aportado muchísimo, y subir un peldaño más. Así que ahora me encuentro sola ante el peligro, con mucha ilusión, con muchas decisiones por tomar, trabajando muy duro para dar forma a Ángela Cantero, tal y como la he soñado. Y ya queda muy poquito para mostrárosla, por eso he decidido contarlo, porque quiero que l@s que dedicais un minuto de vuestro tiempo a leerme, o ver mis fotos, darles un corazoncito o hacerme comentarios, forméis parte de esto también, ya que, también tenéis algo que ver en lo feliz que me siento.
Quizá haya personas que digan que no es bueno contar los malos momentos o lo que algunos definen como debilidades, pero yo pienso que es fundamental conocer el recorrido de una persona para conocerla realmente, no quiero dar una imagen de "Doña perfecta", creo que todos nos equivocamos, sufrimos, lloramos... en definitiva somos personas. Me gusta contar mis procesos, porque a veces creo que doy una impresión de que mi vida ha sido fácil, y no es que quiera que la gente me tenga pena, odio la compasión, simplemente es conocer todos los ingrediente de la receta, siguiendo con la metáfora jaja.
En este momento trabajo a marchas forzadas para sacar todo adelante, por eso no escribo mucho por aquí, pero ya queda muy poquito para enseñar el resultado. Miro al futuro con fuerza e ilusión, ahora más que nunca, creo que los sueños se pueden cumplir si les echamos la energía adecuada y nos mantenemos constantes a pesar de todo...
¿ Nos atrevemos a conseguir la vida que deseamos?
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