Como ya dije en mi primera entrada, no sólo quiero descubrir si tengo algún talento, sino que quiero disfrutar de aquellos que ya lo han encontrado, no sabía muy bien por dónde empezar, hasta que por casualidad, mirando Facebook, descubrí un evento al que rápidamente deseé ir: Un show de Cabaret.
El Cabaret es un tema que me llama especialmente la atención, me parece realmente admirable haber creado un arte desde unas circunstancias tan adversas, pobreza y prostitución. Pero aún me gustó más al ver que era un evento solidario, en beneficio de la asociación Aladina, encargada de mantener la sonrisa de muchos niños enfermos de cáncer, dándoles todo el apoyo necesario a ellos y a sus familias. Así que una vez que buscamos niñeros (un hurra por los abuelos) nos pusimos guapos y nos dirigimos al teatro.
He de admitir que entramos a la sala un poco malhumorados y mojados por culpa de una tormenta primaveral que nos puso calados hasta los huesos. Pero desde el momento uno en que empezó el show, la compañía Dánzate consiguió dibujar una sonrisa en la cara que se quedó con nosotros el resto de la actuación. Ante todo, tengo que alabar el mérito de esta compañía que llevaba tres sesiones seguidas, siendo la nuestra la última, sin mostrar ni un ápice de cansancio. A través de un maestro de ceremonia cercano y divertido, nos fueron contando con baile, música y grandes voces en directo, la historia del Cabaret, desde sus inicios en Alemania, pasando por el Moulin Rouge en París, su llegada al otro lado del charco en América, su transformación en La Revista española, hasta la actualidad. No sólo nos amenizaron la sesión con fuerza y arte, sino que lo acompañaron de sketches, juegos con el público y mucho mucho humor. El tiempo se me pasó volando y me dio muchísima pena que terminara, me quedé con ganas de más. Todos los artistas estuvieron genial, pero he de hacer mención especial a uno de ellos, Uli, un showman como la copa de un pino, lo mismo cantaba y bailaba dejándote con la boca abierta, que se travestía para acabar cantando a lo Sara Montiel... un personaje pícaro y "sinvergüenza", que disfrutaba con el show y que transmitía ese entusiasmo al público. Me sabe mal elogiarlo especialmente a él porque todos estuvieron genial, y demuestran el tipo de arte que defiendo, uno cercano y llano, en el que no se ven grandes div@s, sino personas tratando de emocionar a personas.
Me alegro de que el primer talento ajeno que comento en mi blog, sea el de unas personas que han dedicado su esfuerzo y arte a ayudar a otros.
Tras su actuación se me ha metido el ritmo en el cuerpo, y tras descubrir que a parte de la compañía Dánzate tienen una escuela con su mismo nombre, puede que intente descubrir si el baile es mi talento oculto. Por lo pronto ya estoy investigando para apuntar a mis pequeñajas, me encantaría verlas algún día en un escenario haciéndolo tan bien como lo hicieron ellos.
Lo único malo es que llevo todo el día con el canturreo, y haciendo algún que otro pasito a escondidas:
"Oh Cabaret, oh cabaret, Oh cabareeeeeet..."
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