25 de Septiembre qué gran día!! hace 4 años cuplimos el formalismo más bonito del mundo, nos casamos. En aquel momento dijimos eso de en lo bueno y lo malo, y creo que hoy más que nunca podemos proclamar que lo cumplimos. Me casé enamorada del mejor hombre que había conocido, pero no sabía que eso iría a más. En este último año me he dado cuenta de que cada día estoy más loca por él, lo veo más guapo y atractivo, despierta en mí emociones que creía que había llevado a su máxima expresión. Pero no es que yo sea la esposa perfecta, que idealiza porque sí a su marido, es un trabajo suyo, yo lo quiero más porque el me demuestra día a día que se lo merece. Me apoya, me mima, me cuida, me da todo lo que necesito, por extraño que sea. Él me valora tal y como soy.
Cuando eres pequeña, y más yo que era antoñita la fantástica, sueñas con el hombre ideal, el que te completa en todos los aspectos y te acompaña en todas tus rarezas. Pero he de admitir, que incluso en mis fantasías me limitaba, asumía que en muchos asectos de mi personalidad no podría completarme. De vez en cuando me recuerdo de pequeña, diciéndome a mí misma que ese hombre no existía, y en mi imaginación, me acerco a esa niña, la abrazo y le digo que sueñe, que sueñe mucho, que los sueños se hacen realidad.
Y se lo digo segura, porque hoy 25 de septiembre, puedo emocionarme y sentirme feliz al decir que Carlos no es mi sueño, es mi realidad.
Y para divertirnos un ratito, os dejo tres momentazos de nuestra boda, esta noche los veremos juntos, con un vinito en la mano, ¿hay una manera mejor de celebrarlo?
Nuestro baile
Una sorpresa muy emotiva
mi manifiesto antes del sí quiero
Y también algunas de las fotos que más me gustan. En este punto quiero hacer una reflexión. A todo el mundo le gustó mi boda, dijeron que era de las más bonitas y emotivas en las que han estado. Yo, con mi personalidad ultraperfeccionista, y sabiendo todo lo que sé ahora de las bodas, hubo espinitas que me quedaron clavadas, el pelo, el maquillaje, los centros de mesa... aunque hace tiempo que dejé de preocuparme por esos detalles, fué un día maravilloso y punto. Aunque he de reconocer una cosa, ya estoy pensando en una "reboda" de aquí a no muchos años, mucho más natural o commo diría mi madre, más hippie... ssshhh... guardadme el secreto jajaja
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