Tengo la gran suerte de estar
rodeada de gente que me valora, que ve mis cualidades y puntos fuertes, que ve
un potencial en mí que a veces yo no veo. Me encanta saber que personas que conozco desde hace relativamente
poco, me apoya y anima, que ponen interés en aconsejarme porque ven lo lejos
que puedo llegar.
El día de la inauguración de la exposición en la que estoy trabajando, fue un día en el que me presenté al mundo de
una manera diferente. Ante personas conocidas y desconocidas desplegué mi
energía, una energía que durante muchos años me he negado. Todo el mundo me
felicitó y estaba contento conmigo, estaban sorprendidos, ¿De dónde había salido esa Ángela? Mi padre, para el que los negocios son su vida, estaba emocionado, qué montón de cosas
podría hacer a partir de ahora. Una amiga me transmitió enérgicamente: déjate
de tonterías es tu momento de triunfar. Triunfar, qué palabra tan fuerte y
ambigua. Me pasé la noche dándole
vueltas a sus palabras, todo había salido perfecto, nadie hizo ninguna crítica,
pero yo estaba muy angustiada ¿Por qué cuando esas personas me dicen esos
mensajes tan positivos y buenos yo me siento mal e incómoda? Si tuviera que
decir cuál es mi principal cualidad, diría que mi necesidad constante de
analizar y llegar a lo profundo de las
cosas.
Hace un año y medio más o menos,
yo era una persona triste, rodeada de cosas maravillosas, a la que la vida
trataba muy bien, pero que no era capaz de ver nada bueno en ella, era insegura
y muy débil. Miraba hacía un futuro negro lleno de frustración por no ser la persona que quería llegar a ser.
Pero una persona muy importante en mi vida, entre muchísimas otras cosas, me
preguntó cómo me veía dentro de 10 años. Dentro de 10 años me veía triunfando,
pero triunfando a mi manera, sin renunciar a las tres partes que ahora mismo
son importantes en mi vida.
Por un lado quiero hacerme un
hueco en el mundo laboral, conseguir una empresa sólida, en la que me divierta
trabajando y en la que sentirme tremendamente activa. Quiero triunfar en mi
familia, como madre y esposa. Quiero disfrutar de momentos a solas con mi
marido, tener tiempo de pasarnos las tardes de domingo viendo pelis en el sofá
los cuatro juntos, quiero darles a mis
hijas ejemplo, regalarles momentos de calidad, quiero ver cómo crecen e implicarme en su educación, tanto
intelectual como emocional. Y quiero sentirme realizada como mujer, en mi
vertiente más coqueta, quiero dar salida a una serie de inquietudes y proyectos
únicamente personales, en los que no busco ningún incentivo económico, en los
que sentir que puedo ser yo sin más condicionamientos,proyectos tales como este
blog o publicar un libro…
Puede que esos “quiero” varíen
con el tiempo, pero hay un “no quiero” que es seguro que será inamovible,
cueste lo que cueste, no quiero renunciar a ninguna de esas tres partes. Puede
que no tenga una empresa triunfadora, en la que ganar muchísimo dinero, que sea
un ejemplo o icono a seguir, puede que
no sea de las madres que hacen las mejores comidas y guisos del mundo, de las
que te tienen la ropa limpia y planchada al día siguiente de ensuciarla, y
puede que no sea la mejor blogger de moda y estilo de vida, a la que invitan a
todos los eventos y sale en las mejores revistas de moda… no triunfará Ángela
la empresaria, no triunfará Ángela la supermamá, ni triunfará Ángela bloguera,
simplemente Ángela será feliz, en mi opinión ese es el verdadero triunfo,
conseguir el equilibrio perfecto entre las diferentes partes que marcan tu
vida.
Por eso, no sabéis cuánto
agradezco los consejos y ánimos que la gente me da, de cada conversación saco
algo de lo que aprender y algo que mejorar, pero aunque a veces sea muy
difícil, tengo que mantenerme firme en mi forma de ver la vida, y aunque me
repitan una y otra vez mis cualidades, no perder el norte. Si tienes una
cualidad tienes el derecho de explotarla no la obligación de llevarla a su
máxima expresión.
Yo soy así, no necesito una vida
de grandes reconocimientos, necesito una vida tranquila, una vida que me
permita seguir mis ritmos, y es que, en el cole, siempre fui de las de despacito y con buena
letra.
Hola guapa!! Pues lo único que me sale ahora mismo es aplaudirte, y aplaudirte fuerte...no sólo por tu reflexión y tu forma de ver la vida sino por la manera que tienes para expresarlo, y es que aunque te lo hayan repetido muchas veces, tienes talento para ello...el talento de una cantero ;)
ResponderEliminarAins, muchisísimas gracias, esas palabras de cualquiera me hubiesen gustado, pero de tí mucho más, en estos años me he fijado mucho en tí como modelo a seguir, porque te admiro como madre y como persona, y si es como "manitas" ya ni te cuento!! Como te he dicho ya, quiero ser tu aprendiz!! jajaja. Muchas gracias de corazón
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